domingo, 27 de mayo de 2012

Condena internacional por una nueva masacre en Siria

Condena internacional por una nueva masacre en Siria
El ejército mata cerca de 100 civiles en la provincia de Homs, entre ellos 30 niños
Aseguran que los soldados irrumpieron en una protesta en contra de Al-Assad
La llegada de nuevo armamento reaviva el conflicto.
La matanza del viernes en contra de la población civil en Hula, cerca de Homs, es la más sangrienta desde que a principios de abril se declaró un alto el fuego que ninguna de las dos partes estaría respetando. El jefe de la misión de los cascos azules encargados de supervisar el alto el fuego, el general Robert Mood, denunció ayer la "brutal tragedia" y confirmó la muerte de 92 personas, 30 de las cuales niños. Cientos de familias han abandonado la zona-situada en el centro del país-por miedo a más represalias del ejército. La provincia de Homs es bastión de la oposición y uno de los puntos donde la represión del régimen del presidente Bashar al Asad ha sido más asfixiante desde el inicio de la revuelta, hace más de un año.

Testigos de los hechos aseguraban que los soldados irrumpieron en una protesta con artillería pesada y que francotiradores habrían disparado a la población civil.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), el grupo de la oposición política que aglutina a los contrarios al presidente Al-Assad, aseguró que el ataque "es un crimen sistemático" y declaró tres días de luto.
"Algunas víctimas murieron en el bombardeo y otras fueron masacradas con cuchillos", según el comunicado del CNS.
El ataque, según precisó la oposición, comenzó con "doce horas consecutivas de bombardeos", seguidas de "una masacre cometida por xabiha [pinchos] y mercenarios del régimen".
Entre las víctimas había "niños con las manos atadas" detenidos por "leales al régimen de Al Assad provenientes de pueblos de al lado".
"Lo que ha pasado hoy a Hula tiene como objetivo avivar los fuegos sectarios del país", declaró el presidente del Consejo Nacional Sirio, Burhan Ghalioun, que pidió a Kofi Annan-l'enviat especial de la ONU y de la Liga Árabe-que se desplace inmediatamente a la ciudad para que sea testigo de la masacre.
La comunidad internacional ha reaccionado con contundencia ante esta nueva matanza.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, declaró que se trata de una "violación terrible" del derecho internacional, discurso que también suscribió Annan.
Ban denunció que ha visto informes que apuntan a que diferentes países están entregando armas al gobierno ya los rebeldes y exigió la finalización total del suministro de armas desde el extranjero tanto a las fuerzas de Al-Assad como a los opositores.
De hecho, según la cadena de los Emiratos Árabes Al Arabiya, un barco ruso con un cargamento de armas se esperaba ayer para atracar en el puerto de Tartus.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, pidió ayer una respuesta internacional y exigió a Damasco el fin de las operaciones militares.
Su homólogo francés, Laurent Fabius, ha calificado el episodio de "masacre" y mostró su voluntad de organizar en París una reunión de los Amigos de Siria, un grupo de países occidentales y árabes que quieren expulsar Al Assad del poder .

LA FRASE
Familias enteras han sido asesinadas en un acto que recuerda la Edad Media
Consejo Nacional Sirio partido de la oposición
LA CIFRA
10.000 personas habrían muerto durante la represión en Siria, según diversas informaciones.

Los peregrinos, fuera de peligro
El episodio del secuestro de los 13 peregrinos chiíes libaneses-que ha encendido esta comunidad en el Líbano-aún no ha llegado al final.
Ayer se esperaba que el grupo regresara al Líbano tras ser retenido por rebeldes sirios cuando regresaba de un viaje a Irán.
Sin embargo, los peregrinos aún no han vuelto a casa "por motivos logísticos" y se encuentran "sanos y salvos", según informaron los grupos chiíes Hizbulá y Amal.
"No hay motivos para estar inquietos.
Pedimos a los familiares que estén en su casa a la espera del anuncio oficial de la vuelta ", declararon los dos movimientos, los más influyentes de la comunidad chií libanesa.
Miles de personas, entre ellas responsables libaneses, se habían reunido ayer en el aeropuerto de Beirut.
Por su parte, los familiares de los peregrinos publicaron un comunicado en el que responsabilizaban al gobierno turco del destino de sus familiares y de su vuelta.
En la nota, instaban a la comunidad internacional a intervenir "ya hacer todo lo posible para obtener su liberación".
Hay confusión a la hora de saber dónde están los peregrinos, porque algunas fuentes los sitúan todavía en Siria mientras otros aseguran que ya habrían llegado a Turquía, donde les espera un avión privado de Saad Hariri, ex primer ministro y jefe del oposición, para llevarlos de vuelta a Beirut.

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